Hace unos días la ICSC publicó una nota con las cinco franquicias de mayor crecimiento de los Estados Unidos (The five fastest-growing franchise brands). Los tres primeros puestos son ocupados por compañías dedicadas al entrenamiento físico: Cycle Bar, F45 training y Burn Boot Camp. No son gimnasios, sino que son espacios dedicados específicamente a un tipo de entrenamiento. Todas ellas tienen más de 100 locales. Después le siguen una pizzería y un servicio de reparación de Apple (y acá estamos esperando que abra un Apple Store…)
En el mercado americano, los gimnasios son uno de los formatos utilizados para reemplazar los cierres de las tiendas departamentales. Los shoppings los reciben con los brazos abiertos para tomar metros muy difíciles de alquilar. La industria del fitness en USA factura U$S 30 billones, tiene 36.000 espacios y más de 60.000.000 de socios. En el 2017, Planet Fitness fue el locatario con más metros nuevos alquilados durante el año.
Al mismo tiempo, los gimnasios boutique o especializados como los que aparecen en la nota de la ICSC empiezan a tomar muchas posiciones. Orange Theory Fitness, por ejemplo, ya tiene 1000 locales alrededor del mundo y 500 en desarrollo. Esta información me llevó a preguntarme cómo es la relación shoppings y gimnasios en Argentina. Me puse a indagar un poco y estas son las conclusiones:
· Sólo el 17% de los shoppings pertenecientes a las Cámara Argentina de Shopping Centers (la gran mayoría) tienen gimnasios o similares (ej. Pilates) contra casi el 50% que poseen cines o entretenimiento
· La gran mayoría están en Ciudad de Buenos Aires o GBA. Mendoza y Tierra del Fuego son de los pocos ejemplos en el interior.
· La cadena más desarrollada en shoppings es Sport Club, seguida por Megatlon
En un momento donde las razones de visita comienzan a decaer (lentamente) en los shoppings, los gimnasios o similares pueden ser una buena razón para visitarlos. No siempre se necesitan muchos metros. Hay ciertos formatos que en poco espacio pueden desarrollarse perfectamente.
Por otro lado, los gimnasios requieren que la persona visite regularmente el mall, dos o tres veces por semana. Algunos argumentos en contra dicen que la visita al gimnasio no se complementa con la compra en el shopping. Probablemente esto haya surgido hace tiempo, donde los códigos de indumentaria eran más estrictos. Hoy, una persona vestida de gimnasia puede recorrer, comer y comprar en cualquier lugar de los centros comerciales.
Estimo que en los próximos años veremos un fuerte incremento de los gimnasios en los shoppings. El estilo de vida actual hace que el gimnasio se convierta en el tercer lugar de gran cantidad de gente: casa, trabajo y gym. Si están dentro del centro comercial, mejor.
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